Las zapatillas de running que escojas deberán ser las adecuadas para tu tipo de pisada, el terreno donde entrenes y la distancia que corras. Así, algunos consejos que debes tener en cuenta a la hora de hacerte con tu para de deportivas para correr son los siguientes:

• Visita una tienda de deportes donde un profesional del sector podrá indicarte qué zapatillas debes llevar en función de tu pisada.

• Escoge unas zapatillas de buena amortiguación. Los corredores de mayor peso deberán llevar más amortiguación que los de menor peso y una amortiguación incorrecta puede provocar lesiones para los dos tipos.

• Ten en cuenta la superficie sobre la que vas a correr. Si corres sobre asfalto, tus zapatillas deberán ser de alta amortiguación. Por el contrario, si entrenas en el parque o sobre hierba, necesitarás unas de gran estabilidad y con suela de gran adherencia. Si corres en terrenos pedregosos, necesitarás unas zapatillas que garanticen mayor agarre, estabilidad y protección.

• Considera el clima. Si sales a correr por una zona donde suele llover, entonces escoge un par de zapatillas con mayor adherencia posible.

• Ten en cuenta tu tipo de pisada. Si eres un corredor pronador, desgastarás el borde exterior interno de tus zapatillas, si eres supinador lo harás en el borde exterior externo, y si eres neutro no lo harás hacia ningún costado.

•  Evalúa el tipo de arco de tu pie para conseguir unas zapatillas cómodas.

Podemos diferenciar entre distintos tipos de pisadas en el running: la pronadora, la supinadora y la neutra.

El corredor pronador inclina el tobillo hacia la parte interior del pie. El primer contacto del pie con el suelo es del exterior, de manera que las zapatillas se desgastan más por el exterior, si bien una vez que el pie toca suelo, se amortigua hacia el interior y por ello la pisada es pronadora. El corredor supinador inclina el tobillo hacia el exterior una vez que está en contacto pleno con el suelo. Este corredor suele tener un arco plantar muy marcado y para ello se necesitará una zapatilla con extra de amortiguación, ya que se desgastará antes el borde del exterior. El corredor neutro no inclina el tobillo hacia ningún costado, de forma que el ángulo se mantiene estable y se logra una carrera más segura.

Para que unas zapatillas de running nos duren tiempo, es imprescindible que hayamos escogido las adecuadas. Por lo general, suelen durar entre 650 y 800 kilómetros. Cuando notemos una suela desgastada, una deformación de la suela y media suela y una pérdida de amortiguación, será el momento de hacernos con unas nuevas zapatillas de correr.